El municipio de Arenas de Iguña, consta de doce núcleos de población: |
1.- La Serna, en su barrio de Elecha o Helecha, se localiza la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los templos románicos más antiguos de Cantabria, su construcción data de 1.067. Al encontrarse al otro lado del rio Besaya, es necesario cruzar este, para lo cual existen dos puentes, uno de ellos el que enlaza con Santa Cruz de Iguña, procedente de la línea férrea de Isabel I, uno de los pocos que perduran modelo Eiffel. En la Serna se encuentran la casa palaciega que albergó antaño la casa Ayuntamiento de todo el Valle de Iguña, tiene una capilla dedicada a San Antonio Abad, donde se celebra la Octava del Corpus, los barrios que integran La Serna son Corral Mayor, Corral de Abajo, Pilipapo o Ribero y Elecha o Helecha, existe un paraje conocido como San Vitores que denota su anterior dedicación religiosa al citado Santo.
Mantiene el último vestigio industrial de toda la anterior actividad industrial del Valle de Iguña, iniciada su actividad como fábrica de queso, paso luego a embotellar y fabricar mantequilla, se dedica actualmente a la producción de postres lácteos.
2.- Arenas de Iguña, capital del municipio del mismo nombre, encorsetado por el río Besaya y las vías del tren. Muchos de sus edificios son de sólida y esmerada construcción, por lo que el patrimonio arquitectónico es muy destacado, entre ellos la Portalada Mesones, declarada Bien Inventariado en 2002, otras muestras de patrimonio artístico lo constituyen la ermita gótica de Santa Lucía, la ermita barroca de Santa Cruz, las Torres de Núñez de Bustamante, Quevedo y Castañeda, la Casona de los Lomas, y algunos ejemplos de Casas Llanas. Arenas es lugar de nacimiento de personajes ilustres como Adriano García Lomas (1881-1972) y Manuel González Mesones y Díaz (1906-1986). Consta de varios barrios ; La Herrán, con su iglesia de San Esteban reedificada en 1898, barrio El Cristo de Mesones; que recibe su nombre de la capilla del mismo nombre, barrio Media Villa el más antiguo del pueblo, donde se encuentra el Ayuntamiento, barrio La Magdalena, que tomo nombre de la capilla hoy dedicada a Santa Lucía, barrio de la Ojera, donde hay una gran encina secular grande y frondosa, barrio de la Molina, donde encontramos otra propiedad de estilo inglés como otras relacionadas con el Palacio de las Fraguas, encontrando el último barrio cruzando el puente que va hacia San Juan de Raicedo, con la capilla de San Antón a la izquierda y el barrio de Achero cuesta arriba. En el extremo Sur del caserío encontramos los grandes edificios que constituyeron la fábrica de harinas impulsada por la fuerza hidráulica del rio Besaya y los vestigios de lo que fue una intensa actividad productiva dedicada a la cría de cerdos y pollos.
3.- San Juan de Raicedo pueblecito de estrecho horizonte con frondosos y poéticos paisajes, a orillas del rio Casares, sus dos barrios, a ambas orillas, a la derecha Raicedo y a la izquierda San Juan. Junto al puente de la carretera que conduce a Bostronizo se encuentra uno de los molinos del pueblo con muelas para moler maíz, data su construcción del año 1835, otro molino pasado el barrio de San Juan, aguas arriba del río Casares da nombre al barrio del Molino, donde también existe un manantial que emerge en terreno cretáceo, a 166 metros sobre el nivel del mar, antiguamente explotado por sus propiedades terapéuticas. Este pueblo acoge la Iglesia románica del siglo XII, declarada Bien de Interés Local en 2003, existió una pequeña capilla en el paraje de la Colá, trasladada Santander por su valor arquitectónico.
4.- Santa Águeda localidad de municipio donde se celebra la primera fiesta patronal del año, el día 5 de Febrero, su nombre se debe a la Ermita del siglo XVI, ubicada en el pueblo . Se llega al mismo desde un desvío a la derecha antes de llegar al vecino Bostronizo. La panorámica desde Santa Águeda es una de las más bonitas del valle, muy a menudo sobre un mar de nubes que originan las nieblas matinales en el fondo del valle de Iguña. En estos pueblos altos se suele decir que no prospera la polilla por lo ventilados, unas veces el Norte o Gallego otras el Sur o Abrego. Su caserío se ha ido reduciendo hasta quedar reducido solamente a tres casas habitadas.
5.- Bostronizo, ocupa una meseta en el transito del Besaya desde el valle de Iguña hasta su encajonamiento en las hoces por las que posteriormente discurre. Lo componen dos barrios principales: Corraleo, donde se encuentra la iglesia parroquial de Santa Eulalia y Somavía. El pueblo ofrece un fuerte contraste entre el color oscuro de las piedras de cantería de sus casas y el verdor de sus praderas. Los habitantes del pueblo antiguamente vivían de la agricultura (alubias de Bostronizo) y la ganadería, empleando el tiempo sobrante para extraer piedras de las canteras dado que en el pueblo existían varias canteras (Castro, Somacerra, Media Hoz y Jairal). También eran conocidos sus buenos garroteros, cesteros y palilleros, dedicados a la fabricación de la garauja, que posteriormente vendían en los mercados de Reinosa y Torrelavega. En las praderas llaman la atención, las cerraduras de losas y piedras de las fincas y en el pueblo las robustas construcciones a base de piedras de sillería, construidas por sus reputados canteros. Fueron bastantes los vecinos de Bostronizo que emigraron a Cádiz y que alegran con su regreso y su acento característico el pueblo en verano.
Bostronizo custodia el pequeño templo de San Román del Moroso del siglo X, de estilo Mozárabe, único testimonio de lo que fuera un monasterio, declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento en 1931.
6.- Las Fraguas, localidad del Ayuntamiento de Arenas de Iguña, próxima a la confluencia del río los Llares en el Besaya. La situación del pueblo con sus casas repartidas a una y otra orilla del rio los Llares, es pintoresca de un lado el barrio Collantes y de otro la Castañera que así se llama por estar encaramado a los pies de una castañera de las pocas que aún se conservan como testimonio de lo que fue una fuente de sustento en aquellos tiempos En el barrio Collantes, se conserva su torre y escudo de armas, en el mismo barrio se encuentra el Palacio de los Hornillos, muy conocido por ser escenario de rodaje de la película de Alejandro Amenabar “Los Otros” y perteneciente al Duque de San Carlos, llama también la atención, el templo con cuarenta columnas replica de otros de mayor envergadura, dedicado a iglesia en honor a San Jorge.
El ferrocarril transita paralelo a la carretera nacional y ambos cruzan el río. Destaca la festividad de La Virgen del Carmen en la que todo el pueblo se vuelca y colabora para dar el mayor realce a la “Procesión de la luz” que se celebra en la tarde- noche víspera a la festividad de la patrona y que fue declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.
7.- Pedredo. Forma junto a otros núcleos, parte de la Junta Vecinal de Riovaldeiguña y se encuentra a orillas del rio los Llares, aunque sus mayores peligros de inundación se deben al regato Saramio, que se desborda al llegar al barrio de la Iglesia cuando las lluvias caen con cierta abundancia de forma continua. El nombre del pueblo viene dado por lo pedregoso del suelo de sus mieses y praderías, sobre todo en la parte llana, donde el rio los Llares ha formado durante tantos siglos ese suelo de aluvión. Las casas del pueblo se hayan a distinto nivel escalonadas suavemente en dirección a la ladera, dividiéndose en dos barrios Cuyarriba y Cuyabajo, que como sus nombres indican uno se encuentra más alto que el otro. En los años 70 se descubrió en Pedredo un miliario de la calzada romana del Emperador Aureliano, que se encuentra en el Museo de Prehistoria y Arqueológico de Santander. Sobre las hoces que el río Besaya dibuja, desde el Valle de Iguña hasta el próximo de Buelna, se asentó una fortificación conocida como Castro Pepín, situada en un lugar sin duda más que estratégico. Su iglesia parroquial data del siglo XVII, en honor a San Pedro.
8.- San Cristóbal, pueblo del municipio que esta al marguen izquierdo del río Los Llares, más conocido entre los vecinos como Valdeiguña. San Cristóbal constituye Junta Administrativa junto a los pueblos de Palacio, Cohiño y Pedredo. Muchas veces se refieren a ellos como el Rincón; el Rincón de Valdeiguña. Su parroquia en honor al mismo nombre de San Cristóbal, patrón de los camioneros, festejándose su fiesta el 10 de Julio. Se encuentran en este pueblo casas típicas con su portal, balcón y tornos de madera, abundando los huertos las higueras y los nogales, sin faltar en sus praderas y sus montes la vaca tudanca.
9.- Cohiño, dista de la Capital Municipal 2,6 km, integrado por varios barrios a uno y otro lado del puente que cruza el rio los Llares: Veguía, donde antaño; todavía lo conocimos se llegaba por una cambera siempre embarrada, por lo poco soleada, al molino del mismo nombre, no sin antes vadear un regato antes de cruzar la portilla de palancas de madera para de este modo llegar con el maíz al molino, donde a cambio de un pago en especie que consistía en una parte del grano que quedaba para el dueño del molino, llamada maquila, nos molían el maíz, que fuera base de la alimentación en otro tiempo; pulientas y borona. La fuerza motriz para mover sus piedras o muelas, la proporcionaba el agua procedente del manantial que nace a menos de 500 mts a los pies de unas rocas calizas en el lugar conocido como la Covachona. En la proximidad de este último lugar existen simas de interés espeleológico y un lugar que albergo un nido de ametralladoras durante la desgraciada guerra civil. Cohiño lo forman casas amplias con corrales y portalones, rio arriba dos casas entre higueras y chopos en el barrio de Barro y entre medias Palazuelos. Su iglesia Parroquial de Santa María data del siglo XV y XVI, se encuentra disfrutando de la mies y se relaciona en algunos escritos con los Caballeros Templarios. No deja de existir también una pequeña ermita, casi un humilladero dedicado a San Roque y en honor a quien se le celebra una típica Romería.
10.- Palacio, pequeña localidad del municipio situada en la margen derecha del río Los Llares, a lo largo del camino se encuentra un conjunto de casas en hilera a la vera del mismo, casas típicas en algunas de las cuales se conservan aun los antiguos portales a la puerta de lo que antaño fueron cuadras y donde aprovechando el cobijo tantas labores se realizaban en aquellos días de lluvia persistente. En la ladera próxima se conserva aún su castañera imprescindible en otro tiempo para sustento de sus vecinos.
Posiblemente le venga el nombre de su proximidad al Palacio de los Hornillos, siendo lugar de paso hacia el molino de Veguía, también perteneciente a la hacienda de sus moradores.
Hoy en día el Viaducto de la Autovía A-67 lo empequeñece si cabe un poco más.
11.- Los Llares en el Rincón más recóndito del Valle de Iguña, en su vértice más profundo, se encuentra el Pueblo de Los Llares, limitado por las altas vertientes de Rodil y Coto Redondo. En este pueblo se encuentra una accesible puerta de entrada al Parque Natural Saja-Besaya: que conocido es alberga una rica diversidad animal y vegetal constituyendo paisajes únicos y albergando los mejores conjuntos de masas boscosas continuas de la cordillera Cantábrica. Los Llares y San Vicente de León que integran la misma entidad local menor, gozaron de antiguo del título de Villa. Su nombre le viene del río Los Llares a cuya margen se encuentra y que desciende `por uno y otro lado del monte conocido por Cuchio desde su culminación en la Ermita del Moral. A lo largo de su curso encontramos toda una serie de rápidos, cascadas y pozas escondidas entre la vegetación, donde quienes se acercan pueden disfrutar de zonas de baño y de chapoteos diversos. La festividad de los Llares coincide con Santa Ana y se celebra el día 26 de Julio.
12.- San Vicente de León con sus 450 mts de altitud, desbanca a Bostronizo; 425 mts, como pueblo más alto del Municipio. Lo más significativo del pueblo es su plaza y las típicas casas adosadas. Estas, van siguiendo las curvas de nivel del terreno hasta llegar a la iglesia y cementerio que es donde acaba el pueblo. Allí comienza la mies, encontrándose castañera abajo, en dirección a los Llares, el Sitio de las juntas, donde se celebraba Concejo desde tiempos inmemoriales. El pueblo cuenta con un pilón; que no es cuestión baladí, ya que desde el año 1950 ha permitido a las mujeres de San Vicente no tener que bajar castañera abajo, hasta el río los Llares a lavar, con el inconveniente que esto suponía, por tener que acarrear la ropa cuesta abajo y cuesta arriba, primero seca luego mojada. La portalada de entrada a la iglesia, tiene grabado año 1774 refiriéndose a una posible remodelación. La parroquia incluyó hasta el «arreglo y demarcación parroquial» de 1896 al pueblo de Los Llares, que a partir de entonces pasó a formar parte de la iglesia de Santa María en Riovaldeiguña. En lo alto del pueblo se puede apreciar un conjunto de 3 cruces de madera de castaño labradas a mano, que son una réplica de las cruces erigidas en 1953 por el pueblo conmemorando las jornadas de evangelización llevada a cabo por los Frailes Capuchinos. Desde este lugar podemos además disfrutar de unas vistas excepcionales del valle de Iguña.