Nuestros Castros Cántabros

Nuestro Municipio de Arenas de Iguña ofrece también varios ejemplos de nuestros orígenes cántabros en los diferentes castros que otean el valle desde los alto de las montañas que nos circundan, así nos encontramos con los que enumeramos a continuación:

  • Castro del Cueto del Agua, próximo al monte Rodil y Bustantigua, asomándose a los pueblos de Pedredo y Valdeiguña desde lo alto del Cueto del Agua, encontramos una muralla de bloques pétreos colocados a hueso que custodian una serie de restos megalíticos de grandes proporciones, antiguos enterramientos en forma de túmulos.
  • Castro del Alto del Cueto, encaramado sobre Bostronizo encontramos el más patente de todos con restos de muros de más de un metro de altura, parcialmente alterado por trincheras correspondientes a la Guerra Civil.
  • Castro Pepín, encima de Pedredo pero asomado al intrincado paso de las hoces del rio Besaya encontramos los restos de este castro entre Peñascos camuflada por un pinar de reforestación.
  • Castro de la Espina del Gallego, dominando los Valles del Pas y del Besaya se encuentran los restos de este Castro, asediado por campamentos romanos de menores en las faldas del monte, como el existente próximo a la Redonda. Posee tres murallas algunas de considerable envergadura y en el aparecieron las primeras evidencias arqueológicas de las Guerras Cántabras.
  • Castro de los Agudos en la parte más meridional del municipio muy cerca de Obios, ya en el tránsito hacia Campoo y en la Sierra que viene desde Aradillos; “Aracillum”, encontramos los restos de este Castro.