1. PASEO PALACIEGO

2. RINCONES DE VALDEIGUÑA

3. SUBIDA A LA PANDA

4. EL CAMINO DE LA SANTA CRUZ – CAMINO CRUCENO
(CAMINO LEBANIEGO POR EL INTERIOR DE CANTABRIA)

5. ARENAS HISTÓRICA

6. BOSTRONIZO – MOROSO – MONTE BRAZO

7. LOS LLARES – SAN VICENTE DE LEÓN

1 PASEO PALACIEGO

Lugar: Las Fraguas
Distancia: 3 km.
Tiempo aproximado: 37 minutos
Dificultad: Fácil
Circular: Sí

Iniciamos nuestra ruta, la cual haremos caminando, frente a la Casona de Las Fraguas, una casona cántabra de finales del siglo XVII edificada por la Marquesa de Cilleruelo en piedra de sillería, mampostería y entrevigado de madera.
Fue la residencia oficial de la familia durante varias generaciones hasta que en el año 1900 los Duques de Santo Mauro construyeron en la misma finca el Palacio de los Hornillos.
Permaneció deshabitada durante todo el siglo XX hasta que recientemente el actual propietario de la finca, el Duque de San Carlos, decidió restaurarla y acondicionarla para la celebración de bodas y eventos, conservando elementos históricos como la escalera principal, la solana, las ventanas y los escudos de piedra. Además, la casona está enclavada en un hermoso jardín en el que se pueden encontrar robles, tejos, secuoyas y plátanos.

Proseguimos nuestro camino hasta llegar al Hotel Casón de la Marquesa****, palacio de estilo inglés del siglo XVIII emplazado en una finca de más de 5000 m2.
Continuamos nuestro camino dejando atrás las instalaciones de las piscinas municipales y entre el caserío, a mano izquierda nos encontramos un edificio palaciego de estilo rústico inglés.
Más adelante, también a mano izquierda del camino, vemos los establos, construidos en ladrillo y entramado de madera.

Seguimos caminando hasta llegar casi al viaducto y giramos por el camino a la izquierda, sin llegar a entrar en el pueblo de Palacio, tomamos la carretera en dirección a Arenas de Iguña y al bajar, si miramos hacia la izquierda ya podemos divisar parte del Palacio de los Hornillos.

Pero antes vamos a subir una pequeña cuesta a mano derecha de la carretera y visitar la iglesia de San Jorge.

Volvemos a la carretera y bajamos hasta el portón enrejado justo enfrente del Palacio de los Hornillos.

Si continuamos por el paseo cercano al palacio, llegando al final, y a mano izquierda, también dentro de la finca, podemos divisar una torre de vigía almenada de tres alturas.

  • Se trata de un paseo sencillo de realizar y apto para toda la familia
  • Recomendamos llevar un refrigerio y disfrutar del área recreativa de Las Fraguas situada junto al río Los Llares, y en verano de las piscinas municipales

2 RINCONES DE VALDEIGUÑA

Lugar: Las Fraguas – Palacio – Palazuelos – Cohiño – San Cristóbal – Pedrero
Distancia: 5,9 km.
Tiempo aproximado: 1 hora y 15 minutos
Dificultad: Fácil
Circular: Sí

Empezamos nuestra ruta en el área recreativa de Las Fraguas, junto a las piscinas municipales. Tomaremos el camino a la orilla del río Los Llares (o Río Valdeiguña como es conocido popularmente). Caminaremos hasta cruzar el viaducto y tomaremos un sendero a la izquierda hasta adentrarnos en el pequeño lugar de Palacio.

Seguiremos caminando por el sendero interior hasta llegar casi a enlazar de nuevo con el camino al lado del río, pero antes veremos a mano izquierda las ruinas de un antiguo molino, el Molino de Veguía, que pertenecía al Palacio de los Hornillos pero que también servía a los campesinos del lugar para moler sus cereales.

Tomamos ya el camino a la vera del río Los Llares en línea recta hasta llegar a Cohiño. Más allá de la plaza, giramos a la izquierda entre el caserío hasta llegar a una verde explanada donde veremos la popular Covachona. Se trata de una gruta que sirvió de refugio antiaéreo durante la Guerra Civil y de la cual emana un manantial. Antiguamente, esta agua servía al cercano molino de Veguía.

Proseguimos nuestro camino por el sendero dejando atrás las casas del pueblo donde a mano izquierda, en medio del campo, nos vamos a encontrar con la iglesia de Santa María (gótica, siglos XV-XVI)

Podemos continuar el camino dejando atrás la Granja Boca del Río hasta llegar a un lugar a la derecha donde, si el río no lleva mucho cauce podemos cruzarlo y seguir nuestro recorrido por el carril para peatones habilitado en la carretera. Si elegimos esta ruta, en la carretera, a la altura del km. 3 podemos asomarnos donde el quitamiedos y ver el pozo de Barro, de impresionante belleza y apto para el baño.

Si no pudiésemos cruzar el río tendríamos que dar la vuelta y pasar a San Cristóbal por el puente situado en Cohiño.
De cualquier forma llegaríamos a San Cristóbal, donde al margen derecho de la carretera podemos ver la pequeña ermita de San Roque. Es una pequeña construcción de planta cuadrada y cubierta a dos aguas que data de 1696. Destaca de su interior el pequeño retablo barroco de orden salomónico.

Seguimos por la carretera hasta llegar a San Cristóbal, donde el punto de interés se encuentra en la iglesia dedicada a al santo del mismo nombre.

Dejando atrás San Cristóbal y siguiendo la carretera llegamos a Pedrero, donde si nos adentramos entre el caserío, a mano izquierda de la carretera, encontraremos la iglesia de San Pedro. Fue construida en el año 1618 y presenta una nave y ábside cuadrado con una capilla añadida posteriormente en el muro norte. También se le añadió un portal cerrado en sillarejo para proteger la entrada. La cubierta es a dos aguas en la nave y a cuatro en el ábside. Del interior tiene interés el retablo de principios del siglo XVIII de orden salomónico y el Cristo del Calvario. En 1986, cuando restauraron el retablo, detrás se encontró una preciosa pintura mural relativa al Calvario y los símbolos de la Pasión.

Finalmente, continuamos nuestra ruta por la carretera hasta llegar nuevamente a Las Fraguas, donde la carretera va a terminar en un cruce justo enfrente de la ermita de Nuestra Señora del Carmen. El 16 de julio se celebra aquí una fiesta en honor a La Virgen del Carmen, fiesta que atrae a numerosos devotos que incluso recorren caminando largas distancias para hacer sus peticiones a la Virgen. La víspera se organiza La Procesión de la Luz, fiesta de Interés Turístico Regional desde 2014.

  • Al conjunto formado por los pueblos de Palacio, Cohiño, San Cristóbal y Pedredo se le conoce popularmente como Valdeiguña
  • Se trata de un paseo sencillo de realizar y apto para toda la familia
  • Esta ruta es apta para realizar tanto a pie como en bicicleta

3 SUBIDA A LA PANDA

Lugar: Helecha (La Serna)
Distancia: 3,7 km.
Tiempo aproximado: 1 hora y 2 minutos
Dificultad: Media
Circular: No

Iniciamos nuestra ruta en La Serna, donde en el centro del pueblo tomamos el cruce a la izquierda y cruzamos el puente sobre el río Besaya hasta encontrarnos con la fábrica de lácteos Andros. Una vez allí tomamos el camino a la izquierda y comenzamos a ascender todo recto paralelos al regato de La Panda.
Aproximadamente cuando llevamos un kilómetro, nos encontramos con una fuente y un monumento a Don Bernardo Moroso, guarda forestal, el cual da nombre a una plantación.

Continuamos ascendiendo hasta que la pista se torna llana de nuevo y desde ese punto podemos contemplar las hermosas vistas que nos ofrece el valle de Iguña, divisando en el municipio de Arenas de Iguña los pueblos de La Serna, Arenas, San Juan de Raicedo, Bostronizo, Santa Águeda, Las Fraguas y parte de Valdeiguña.

Unos metros más allá llegamos a una braña donde encontramos un bebedero para el ganado y, posiblemente, lleguemos a ver vacas pastando. A la derecha veremos un pequeño bosque vallado donde dentro está situada el área recreativa de La Panda, equipada con mesas y bancos, papeleras, barbacoas y fuente de agua.

  • Es una ruta que se puede realizar a pie o en bicicleta de montaña, también en coche
  • Recomendamos llevar algo de comer para pasar el día en el área recreativa
  • Existen dos opciones para continuar la ruta desde La Panda:
    1. Hacer a pie la ruta del conjunto arqueológico de El Cantón, la Espina del Gallego y Cildá (12,4 km. dificultad alta)
    2. Continuar hacia Helguera (Molledo) durante 5,6 km. más

4 EL CAMINO DE LA SANTA CRUZ – CAMINO CRUCENO
(CAMINO LEBANIEGO POR EL INTERIOR DE CANTABRIA)

Se trata de una ruta de peregrinación a Santo Toribio de Liébana que se realiza por senderos y caminos del interior de Cantabria. Es el relato de siglos de historia, reflejados en sus vestigios arquitectónicos, arqueológicos, culturales, ecológicos y artísticos.
La ruta se conforma de ocho etapas que transcurren desde Astillero hasta Santo Toribio de Liébana por pueblos y localidades del interior que proporcionan al viajero todo un lujo de experiencias y gratos descubrimientos.

Las etapas son:

1. Astillero – Puente Viesgo
2. Puente Viesgo – Bostronizo
3. Bostronizo – Ermita de Nuestra Señora del Moral
4. Nuestra Señora del Moral – Saja
5. Saja – Tudanca
6. Tudanca – Pejanda
7. Pejanda – San Tirso
8. San Tirso – Santo Toribio

Tanto si se realiza el camino completo como si se realiza alguna etapa es recomendable llevar ropa y calzado cómodos, agua y alimentos para reponer fuerzas durante el día, gorro, protector solar y un palo de apoyo.

EL CAMINO CRUCENO EN EL MUNICIPIO DE ARENAS DE IGUÑA

La segunda etapa del camino cruceno que comienza en Puente Viesgo termina en el pueblo de Bostronizo

Desde el alto de Coturias se divisa Bostronizo al suroeste. El camino abandona la cumbre de la loma por una pista a la derecha, no demasiado clara la principio, pero bien visible y marcada en la parte baja. Se puede tomar referencia en los carteles de adiestramiento de perros de caza situados en la pista. Por Medoña y Canal Honda se llega directamente a Bostronizo.
Las gentes de los pueblos del valle de Iguña son gratamente hospitalarias para el peregrino, y prueba de ello es el trato familiar y cordial que los caminantes siempre han recibido en el albergue de Bostronizo. Es costumbre para los peregrinos, tras acomodarse y antes de la cena, rezar el rosario el la iglesia del pueblo, dedicada a Santa Eulalia.
A 3,5 Km. del pueblo está la ermita mozárabe de San Román de Moroso. Para llegar a ella hay que seguir la pista forestal que sale del extremo noroeste de Bostronizo.
La primera noticia de esta ermita aparece en una escritura de 1119, donde la reina Urraca dona el monasterio de San Román de Moroso al monasterio burgalés de Santo Domingo de Silos. El estilo mozárabe de la ermita hace suponer que su construcción se realizara a principios del siglo X, después que multitud de mozárabes que vivían en Al-Andalus se vieran forzados a escapar de las persecuciones sangrientas de Mohamed II y Abderramán III y se asentaran en territorios cristianos, como ha quedado reflejado a lo largo de todo el Cantábrico con la construcción de iglesias como Santa María de Lebeña. San Román de Moroso se trata de una ermita de una sola nave construida con piedra de sillería. El espacio interior es compartimentado, de espacio breve, y el ábside, rectangular, es extendido por una planta, de igual forma, accediendo de la nave a la cabecera por una puerta con arco de herradura.

La tercera etapa del camino cruceno recorre el municipio de Arenas de Iguña pasando por los pueblos de Bostronizo, San Juan de Raicedo, Arenas de Iguña, Las Fraguas y Pedredo

Antaño se podía llegar a San Juan de Raicedo por Santa Águeda, en cuyo sitio se encuentra una ermita del siglo XV. Actualmente no es posible.
Partimos de la iglesia de Bostronizo siguiendo la pista de tierra del lado del cementerio, ignorando el desvío que principia a la izquierda. Con unas vistas fenomenales sobre el valle de Iguña, el camino entra en un bosquecillo de robles, quedando marcados por los restos de las antiguas losas que lastraban el firme de la vía. La senda termina en la carretera local, en la vuelta del Carmen. Por ella se sigue durante un kilómetro y medio hasta desembocar en el tramo de la carretera S-604 que une Arenas de Iguña con Barriopalacio, muy cerca de la iglesia románica de San Juan de Raicedo, del siglo XII. San Juan de Raicedo es una aldea dedicada tradicionalmente a la actividad agropecuaria. La iglesia románica labra en piedra evocadores canecillos en las cornisas de la nave, ábside y puerta. En la cornisa sobre canecillos se pueden apreciar elementos típicos del románico: rollos, músicos, aves… Esta pequeña aldea destaca en la historia por haber mantenido el priorato de la Orden de San Juan de Jerusalén, al cual estaban vinculados los pueblos de Santa Águeda, Arenas, La Serna y Santa Cruz, dependientes todos ellos en el siglo XII de la bailía de Población de Campos. La Orden siempre se situaba en puntos concretos relacionados con las rutas de peregrinación. Es probable que la orden asentada en Raicedo atendiera a los peregrinos Jacobeos que seguían la ruta del Besaya.
Siguiendo la S-604 hacia la derecha llegamos enseguida a Arenas de Iguña. El puente, presidido por la cercana ermita de San Antonio permite burlar la corriente del Besaya y concede al peregrino el acceso a la capital municipal. Estamos en pleno corazón de la Cantabria central. La primera noticia documentada de Iguña aparece con la reseña de “Egunna” en un escrito del año 962 que se conserva en la abadía de Santillana. Muy cerca de Arenas de Iguña pasaba la calzada romana de Pisaroca, la cual utilizaron durante la Edad Media los peregrinos Jacobeos que enlazaban desde los puertos con el Camino Francés. El retablo mayor del templo guarda tallas de la Piedad, San Roque y San Antonio. En el barrio de la Magdalena se ubica la iglesia, gótica de Santa Lucía, en ella se conserva talla gótica de la Magdalena.

Tras cruzar el puente se sigue de frente hasta cruzar la vía del ferrocarril. Después seguimos por la carretera local, pasamos bajo la N-611 y continuamos hasta Las Fraguas. A la vera de la carretera que tira a San Vicente de León, se alza sobre altozano, en perfecto acorde con los templos romanos, la iglesia de San Jorge, con cuarenta columnas de orden corintio que rodean el panteón-capilla, levantado en 1890. En esta iglesia se conservan las imágenes de San Jorge y San Roque, pertenecientes a la antigua iglesia parroquial. La capilla del Carmen en Las Fraguas es del siglo XVIII, con retablo del mismo siglo. En la hornacina central está situada una hermosa imagen de la Virgen del Carmen. Situadas a los lados, en sendas hornacinas, encontramos las imágenes de San Miguel Arcángel y San Roque. En el pueblo es muy popular la “Procesión de la luz”. Con velas encendidas en los exteriores de sus casas, los vecinos sacan en procesión la imagen de la Virgen la víspera de la festividad del Carmen, el 16 de julio.
El Camino de La Santa Cruz vadea el arroyo Valdeiguña por el paso de la capilla del Carmen. Con dirección a Pedredo salimos de Las Fraguas por la S-201, por una vía peatonal en el margen del arcén. A 350 metros, en la misma entrada del pueblo termina la carrilada. Tomamos una cambera a la derecha señalizada con un GR que dirige al cementerio de Pedredo donde el camino fracciona traza en dos vías: la del GR con franjas rojas y blancas y la de una pista de reciente construcción. Ambas vías conducen hacia el collado de Piedrahita, pero tomaremos la de la pista para disfrutar de las vistas que nos ofrece el valle de Iguña desde el Cueto del Agua. Cerca del final de la pista pasamos robledal y pinar para salir a la carretera de Los Llares en La Toranda, a la sombra de la Peña del Cuervo. Caminaremos 3 kilómetros por la carretera hasta el Cotero Brenes donde se deja la carretera por un camino forestal de la Reserva del Saja. A 2,5 Km. de pasar el refugio del Tornillo continuamos por la izquierda y en 45 minutos alcanzamos la ermita de Nuestra Señora del Moral. La ermita se encuentra entre los términos de Iguña, Ucieda y Cabuérniga en un paisaje de pura majestuosidad. La tradicional devoción que las gentes de Cantabria han presentado durante largos lustros a Nuestra Señora del Moral queda bien demostrada el domingo siguiente al 15 de agosto, día en que se celebra la festividad de la Virgen.

BIBLIOGRAFÍA

El Camino de La Santa Cruz
Peregrinación a pie al Lignum Crucis de Liébana – Camino cruceno por el interior de Cantabria
Antonio Nicolau Fernández
2006

5 ARENAS HISTÓRICA

Lugar: San Juan de Raicedo – Arenas de Iguña – La Serna – Helecha
Distancia: 5,1 km.
Tiempo aproximado: 1 hora y 6 minutos
Dificultad: Fácil
Circular: No

Iniciamos nuestro recorrido en el pueblo de San Juan de Raicedo donde visitaremos la iglesia dedicada a San Juan (románica, siglo XII)
Seguimos nuestro recorrido hasta llegar al puente sobre el río Casares. Unos metros más allá podemos observar el molino de San Juan de Raicedo, de 1935.
Gracias a la configuración geográfica de los valles que forman el Alto Besaya, en esta zona se localizaban numerosos molinos en los que tiempo atrás los campesinos molían sus cereales, especialmente el maíz, ya que el trigo era menos frecuente. Actualmente muy pocos de estos molinos se conservan en buen estado.

Proseguimos nuestro camino por la carretera y llegamos al pueblo de Arenas de Iguña, donde a mano izquierda veremos la pequeña ermita de San Antón. Se trata de una pequeña y sencilla construcción de planta cuadrada y cubierta a dos aguas.
Cruzamos el puente románico y tomamos el primer camino a la derecha. Al final del mismo encontraremos un palacete de estilo inglés, conocido como el chalet de La Molina, donde en 1973 se rodó una escena de la película La Corrupción de Cris Miller, dirigida por J.A. Bardem y protagonizada por Marisol. Los lugareños cuentan que la piscina de la propiedad se construyó especialmente para el rodaje de la película. Este palacete estuvo habitado antiguamente por Don Basilio, médico del pueblo y es conocido popularmente como “La casa de Don Basilio”.
Regresamos, y al otro lado de la carretera se sitúa el antiguo cine de Arenas que abrió sus puertas en 1954. La primera película que se proyectó en él fue Madame India. La sesión comenzaba a las 4 de la tarde y se proyectaban películas de Cantinflas, Lola Flores, Marisol… Cerró sus puertas en 1978. En el mismo edificio se encontraba también la discoteca Las Columnas, lugar de encuentro y baile de los jóvenes del valle, que abrió en 1956 y cerró en 1975.
En el mismo lado de la carretera, ya en el barrio de La Ojera, nos encontramos una plaza. Alrededor de ella vemos varias casas típicas:
-La casa llana: del siglo XVI y de una sola altura, es el tipo de vivienda más antiguo que vamos a encontrar. Se trata de una vivienda muy sencilla, de piedra, planta rectangular y tejado a dos aguas que se prolonga hasta formar un soportal. Tiene un gran arco de medio punto como entrada a la vivienda. En su origen, el interior de las casas llanas tenían una distribución muy sencilla: se componían de espacios abiertos con un hogar que hacía de cocina-comedor y una zona compartida por personas y rebaños, separada por una pared construida con varas de avellano trenzadas.
-Antigua casa-hospital (hospedaje): actualmente es una vivienda particular. Los propietarios tienen documentos de 1482 que acreditan que fue una casa en la que pernoctaba la gente en sus viajes a su paso por el valle, además de que en el patio de la casa puede verse un pozo.
-Casa de Quevedo-Bustamante: se trata de una vivienda del siglo XVI de planta rectangular, dos alturas y tejado a dos aguas. La puerta de acceso principal es en arco de medio punto y está orientada al sur. En la fachada oeste, que da a la plaza, se encuentra una pequeña puerta, también en arco de medio punto. A la derecha de la casa vemos un portón con un escudo de línea gótica presentando las armas de Quevedo-Bustamante.
-Torre de Quevedo y Castañeda (gótica, siglo XVI)
En este mismo barrio se pueden ver varias casonas solariegas con portaladas de acceso a la corralada.
Dejando atrás estas viviendas y caminando a la orilla del río Besaya encontramos lo que hoy en día son las ruinas de la fábrica harinera Ceballos, la cual estuvo en funcionamiento desde antes de 1835 y molía 10.000 kgs. de harina.
A pocos metros, ya en el barrio de La Magdalena y adosada a una vivienda vemos la ermita de Santa Lucía (gótica, siglos XIV-XV)
Proseguimos nuestro camino hasta la plaza de Alfonso XIII, donde se sitúa el ayuntamiento y enfrente podemos ver la casa donde en 1906 nació Manuel González-Mesones y Díaz.
Seguimos caminando por la carretera y a mano izquierda, en la plaza de la Hispanidad se encuentra la Portalada y la casa de Terán y Mesones.
Si cruzamos el río en dirección al barrio de Achero, a mano derecha podemos ver un antiguo molino restaurado y hoy convertido en una vivienda particular.
Volvemos a cruzar el puente y a mano izquierda, vemos un área recreativa en la que podemos tomar un pequeño descanso.
Tomamos la carretera en dirección a La Serna, y a mano derecha nos encontramos con la casa de Adriano García-Lomas. Actualmente la casa está reconvertida en una Posada rural llamada La Casona de los Lomas. La casa tiene su pequeña capilla privada, la del Cristo de Mesones, conocida popularmente como “La Capilla de los Lomas” (barroca, siglo XVII)
Enfrente, al otro lado de la carretera se encuentra el edificio que albergaba la antigua escuela de niñas y la casa de la maestra. También se encontraba allí el Sindicato Agrícola de Arenas.
Unos metros más allá nos encontramos, también a mano derecha, la Torre-Fortaleza de Núñez de Bustamante (siglo XV)
A continuación, a mano izquierda de la carretera nos encontramos con la iglesia de San Esteban, construcción moderna que data del 1893. Posee un estilo eclecticote de gran sencillez. En su interior amplio y funcional, se encuentran algunas tallas populares como San Roque y San Antonio, situadas en el retablo mayor, y la espléndida Virgen de la Piedad, de un anodino retablo lateral. Enfrente de la iglesia hay una casa que se cree que fue un antiguo convento.
Al final del pueblo, en el margen izquierdo de la carretera vemos el antiguo molino y fábrica harinera de La Herrán (1829) que movida por el río Besaya, molía diariamente 15.000 Kg. de harina de trigo.
Seguimos caminando por la carretera hasta llegar a La Serna, donde a mano izquierda vemos la casa de Quevedo-Bustamante. Data del siglo XVII, tiene planta rectangular con dos alturas y altillo que se cubre a dos aguas sobre la fachada principal, orientada al sur. En el piso superior se encuentra una solana de madera con tres tramos entre contrafuertes de sillería. El altillo sobre el tejado posee un balcón añadida en el siglo XIX. En la fachada oeste, se sitúan dos balcones volados de hierro y dos escudos. Uno que contiene las armas de Quevedo-Bustamante y el otro en el centro la fachada, cobijado por moldura y flanqueado por cabezas de ángeles, en su campo se representa un castillo, correspondiente a las armas de Quijano.
Donde se estrecha la carretera entre los edificios en el pueblo de La Serna, se encuentra una casa de sillería: casa palaciega. En este edificio se albergó antaño la Casa Ayuntamiento común del Valle de Iguña. Antes de ser agrupados en tres Ayuntamientos, aquí fue donde se encontraba la capital del único, que formaban los pueblos del valle de Iguña.
En la plaza de La Serna se encuentra la ermita de San Antonio Abad, sólo tiene de valor la imagen de su patrono y el cristo.
Había una importante fábrica de yeso, cuya materia prima se extraía de canteras próximas y cuyos productos se exportaban a diferentes puntos de la provincia. La industria láctea también ha tenido gran importancia en el municipio, y prueba de ello fue la fábrica de quesos La Iguñesa, que pasó a ser la Casa de Morais, luego Grupo Pascual y en la actualidad pertenece a la empresa francesa de yogures Andros.
Si cruzamos el puente hacia la fábrica y tomamos el camino que va a la derecha, recorreremos un hermoso paseo junto al río que nos llevará al barrio de Helecha, donde veremos la iglesia de La Asunción
Volvemos hacia La Serna cruzando en Helecha el puente de hierro, que también tiene su historia: se trata de uno de los puentes de estructura metálica más antiguos que se conocen en uso en España. El puente fue construido por la Compañía del Ferrocarril de Isabel II hacia el año 1860 y posteriormente retirado del trazado ferroviario por el incremento de peso de las locomotoras. En el año 1905 la Junta Vecinal de La Serna acuerda la construcción de un puente sobre el río Besaya, ya que el que había entonces era de madera y se lo llevaban las continuas riadas. El proyecto fue encargado a la empresa Corcho e Hijos, que tenían en propiedad el puente desmantelado del trazado ferroviario. Lo único que se hizo para su recolocación fue cambiar el suelo de madera del puente original por una losa de hormigón armado. En 2016 se ha llevado acabo una reforma y restauración del puente, dado su deterioro.

6 BOSTRONIZO – MOROSO – MONTE BRAZO

Distancia: 9,3 Km.

Tiempo aproximado: 3 horas

Dificultad: Media

Circular: Sí

Comenzamos nuestra ruta en  Bostronizo, donde sus praderas nos llaman la atención, pues sus  cerraduras son de losas y piedras, esto es dado que en el pueblo existían varias canteras en años pasados (Castro, Somazarra, Media Hoz y Jairal), así todo se dice del pueblo  un dicho “En Bostronizo se plantan las patatas y se sacan a barreno”.

Los habitantes del pueblo, vivían de la agricultura y ganadería, pero sacaban tiempo para sacar piedras de las canteras y fabricar tejas, ladrillos,… y así todo son conocidos por sus buenos garroteros, cesteros, palilleros,  y los productos de estos se vendían en los mercados de Reinosa y Torrelavega.

El pueblo de Bostronizo, un contraste de color arcilloso oscuro de las piedras de sus casas y el verdor de sus praderas  tiene dos barrios: Corleo, donde se encuentra la antigua iglesia parroquial de Santa Eulalia, y Somavía.

Caminando al norte por la verde sierra y en descenso hacia la hoya a unos tres kilómetros y medio del pueblo se encuéntrala Iglesia del Priorato de Moroso, San Román del Moroso, situada en una hondonada recóndita, junto a un arroyo silvestre, rodeada de viejos robles y restos de tumbas medievales. Esta  ruta de 3.5 kilómetros más o menos se puede hacer de ida y vuelta o como planteamos después dando la vuelta con una distancia de 9.30 kilómetros. La ermita es un buen sitio para reponer fuerzas en un entorno apacible. Además dispone de una mesa de picnic.

San Román del Moroso, es una muestra del arte mozárabe o de repoblación en la región cántabra. A pesar de la escasa documentación existente para fechar la construcción, se cree que pertenece al siglo X.  La primera información escrita que tenemos es de 1119, fecha en que Doña Urraca, reina de Castilla, dona este Monasterio a la Abadía de Santo Domingo de Silos (Burgos). Hay una leyenda de Doña Urraca que se refugió en estos lares para huir de las campanas de la iglesia del pueblo vecino de Cotillo. Es una construcción sólida de proporciones regulares y de perfecta adecuación de sus volúmenes. El edificio, a dos aguas, es de piedra de sillería. Alcanza los doce metros de longitud y los seis de anchura. La cabecera está orientada al este, localizándose la puerta de ingreso en el muro norte, algo poco habitual. Este acceso presenta un arco de herradura, apoyado sobre columnas monolíticas y capiteles estriados. El alero del tejado se sostiene con modillones de lóbulos, adornados con cruces esvásticas, discos solares y flores de cuatro y seis pétalos. Tanto los motivos vegetales como los geométricos son, en su origen, representaciones profanas, aunque cristianizadas más tarde por los visigodos y, finalmente, recogidas por los mozárabes. A partir de 1980 se llevaron a cabo trabajos de restauración dado el mal estado de conservación en que se encontraba. Esto permitió localizar y excavar en su entorno una necrópolis alto medieval con tumbas de lajas y enterramientos en sarcófagos. Esta Ermita de San Román de Moroso fue catalogada como monumento desde el 1931

Volviendo a la pista hay que coger justo la que está al salir de San Román del  Moroso, una cuesta empinada, pues la que lleva de frente nos lleva a unos caseríos, uno de los cuales antiguamente tenía un lagar, de fabricación de sidra.

La cuesta más o menos de un kilómetro  hacia el monte Brazo y llegamos a una  pequeña llanura que se llama el Campo de La Cruz,  divisoria de ayuntamientos, y se  encuentra el refugio perteneciente al Grupo de Montaña Orza, una desviación nos lleva para bajar por la pista a el municipio de Corrales de Buelna, y  la subida al alto del Cueto el Moroso, donde podemos apreciar un Castro Cántabro; Castro de la Corona del moroso (El yacimiento fue descubierto en 1995 por Eduardo Peralta Labrador, quien lo identificó durante una serie de prospecciones orientadas a la detección de yacimientos de hábitat de La Edad del Hierro). http://www.regiocantabrorum.es/publicaciones/castro_de_la_corona_de_cueto_moroso

En las cercanías del cueto del Moroso hay unas ruinas en los zarzales de un antiguo monasterio de monjes benedictinos,  y como anécdota existe una piedra escrita con el dicho “el que me dé la vuelta hallarán un tesoro”   Pero  en  nuestra ruta seguiremos  por el pista que va de frente  divisando el Collado Coturias hacia  el pueblo de Bostronizo, nos encontramos con la Regata  del regato de Canajonda , seguimos por esta pista hasta  la llanura llamada  la Tejera Vieja  y  seguidamente nuestro destino , Bostronizo.  La ruta tiene una extensión de 9.3 km. pero muy reconfortantes  y grandes vistas de nuestro patrimonio rural y ecológico.

7. LOS LLARES – SAN VICENTE DE LEÓN

Lugar: Los Llares y San Vicente de León

Distancia: 7,8 Km.

Tiempo aproximado: 2 horas

Dificultad: Media

Circular: Sí

En el Rincón del Valle de Iguña, en un vértice se encuentra el Pueblo de Los Llares, limitado por las altas vertientes de Rodil y Coto Redondo al fondo en este pueblo está una de las mejores entradas al Parque Natural del Saja-Besaya: que alberga una rica diversidad animal y vegetal constituyendo unos paisajes únicos; de los mayores conjuntos de masas boscosas continuas de la cordillera Cantábrica. Este pueblo lleva en documentos antiguos el título de Villa junto a San Vicente de León y da nombre al río, los Llares que va a desembocar al Besaya en Fraguas, el cual despliega un juego de agua, con pozas, rápidos y cascadas entre la vegetación y además muy buenas zonas de Baño-Pozo Barro- Gervencia-  l´Aceitería.

Al final del pueblo cruzamos el río los Llares y siguiendo la cambera o pista que va paralela al río, llegamos a un área recreativa, con columpios, barbacoas y mesas, hay un pequeño pozo para refrescarse también. Siguiendo dejamos a nuestra derecha la cambera que nos lleva por el camino viejo del moral.

Nosotros continuamos por la cambera subiendo paulatinamente y disfrutando de los rincones que nos ofrecen los regatos de agua a su caída por las laderas  de la montaña. Más o menos a un kilómetro cuando estamos divisando a la parte de allá del río, las Cuestas y Peñas Negras hay un desvío a la izquierda haciendo cuchillo entre una cambera y otra. Seguimos por la ladera empinada, por la llamada mata del Cárabu, disfrutando de sus variedades de árboles autóctonos, como acebos, robles, hayas, avellanos,  y pudiendo observar animales del bosque, venados, corzos, buitres, azores, …vamos viendo que llegamos al pueblo de San Vicente de León por los prados ya segados y delimitados por cerraduras de piedras, Estamos ya en las Vallejas, dónde nos cruzamos con una carretera que sube al alto giramos a la derecha a unos 50 metros, y nos encontramos con las Cruces y un área de descanso. Data del 2017

Con motivo de la celebración del décimo aniversario de la Asociación La Serruldá, se recuperó el calvario del Campo de la Cruz. Es un conjunto de 3 cruces de madera de castaño labradas a mano. Son una réplica de las cruces erigidas en 1953 por el pueblo en recuerdo de las jornadas de evangelización de los Padres Capuchinos, además de apreciar las cruces, podemos descansar y apreciar las vistas excepcionales del valle de Iguña.

Volvemos hacia atrás hacia el pueblo de San Vicente de León, el pueblo más alto del ayuntamiento a 450 metros del nivel del mar, y es con Bostronizo (425 metros), los dos balcones con vistas al cierre del valle del Besaya y todo el municipio de Arenas de Iguña.  Lo más significativo del pueblo es su plaza y las típicas casas adosadas. Las casas adosadas van siguiendo la línea de pendiente del terreno hasta llegar a la iglesia y cementerio que es donde acaba el pueblo, allí comienza la mies y  se encuentra El Sitio de las juntas a medio camino: Lugar o Parcela de Sebastián, donde han celebrado el Concejo desde tiempos inmemoriales con el pueblo Los Llares.

El pueblo cuenta con un pilón, que a partir del año 1964 se utilizaba para lavar, pues anterior las mujeres del pueblo tenían que bajar al río, Los Llares, cruzando la castañera.

La iglesia conserva un aire románico y antiguo en consonancia con el tipismo del pueblo. La portalada de entrada tiene grabado año 1774 de una posible remodelación y una pila bautismal románica y restos de enterramientos medievales en el exterior. La parroquia incluía hasta el «arreglo y demarcación parroquial» de 1896 a la población de Los Llares, que a partir de entonces pasó a formar parte de la de Santa María en Riovaldeiguña.

Una vez en concluida nuestra visita al pueblo nos dirigimos al punto de partida de nuestra ruta el pueblo los Llares, y cogemos el camino que nos lleva a la Castañera, en la cual podemos apreciar castaños ejemplares llenos de encanto y por supuesto castañas, la bajada es bastante pendiente con varias zonas con lastras, pero la belleza del bosque de castaños y avellanos, y si se va en época de los frutos de otoño, la recompensa de la ruta es gratamente. Ya viendo el río al fondo, hay que coger un camino a la izquierda, que nos lleva a cruzar el río por un puente, y llegamos al pueblo los Llares.